La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción que nace del compromiso de los Estados que son miembros de las Naciones Unidas. Su objetivo principal es velar por la protección de las personas, del planeta y de la prosperidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) surgen de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en el año 2015 durante una cumbre compuesta por más de 190 jefes de Estado y de Gobierno de distintos países.
Durante esta cumbre se estableció un nuevo acuerdo mundial sobre el cambio climático. Este programa impulsado por las Naciones Unidas ha derivado en 17 puntos, que a su vez se desarrollan en 169 metas a cumplimentar globalmente en los próximos 15 años.
Entre los 17 puntos encontramos diversas metas en distintas materias. Abarcan las esferas económicas, sociales y ambientales. Aunque no son unas medidas obligatorias, es recomendable que, desde las Administraciones Publicas, establezcan estructuras para poder desarrollar, de la manera más adecuada, estos objetivos. En España, la ciudad que más objetivos cumple es Vitoria-Gasteiz que lidera el ranking nacional.
Los 17 objetivos son los siguientes, erradicar el hambre y la pobreza, mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos, tener una educación de calidad y accesible para todos, medidas para conseguir la igualdad de género en todos los ámbitos, agua limpia y saneamiento, impulsar una energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, mejorar en industria, en innovación y en infraestructuras, reducir las desigualdades sociales, impulsar ciudades y comunidades sostenibles, comprometerse por la acción por el clima, con la vida submarina, con la vida de ecosistemas terrestres, luchar para conseguir paz, justicia e instituciones solidad y finalmente, crear alianzas para lograr desarrollar todos los objeticos.
Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero
El hambre en el mundo es uno de los aspectos más preocupantes globalmente, pero con la actual crisis sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial, el hambre en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo ha pasado a un segundo plano para dirigir toda la atención a la pandemia.
Es cierto que el coronavirus está llevándose por delante la vida de muchas personas en todos los países, por lo que todos los gobiernos se han involucrado para hacer frente a esta situación. Pero la verdadera pandemia que lleva alargándose en el tiempo y no cesa, es el hambre. El último informe de la ONU sobre “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”, calcula que más de 820 millones de personas padecen hambre, lo que viene siendo un 8,9% de la población mundial.
Según los datos de la ONU y Unicef 513,9 millones de personas en Asia pasan hambre, 256,1 millones de personas en África están también en esta situación y 42,5 millones de personas en América Latina y el Caribe sufren los efectos de la escasez de recursos y alimentos.
Estos datos se han incrementado lentamente desde el 2015 hasta el día de hoy. El objetivo número dos de los ODS, “hambre cero”, es uno de los más difíciles de cumplir hasta 2030, ya que según afirma la Organización de Naciones Unidas, el mundo no está bien encaminado. Además, la pandemia podría duplicar la cifra de personas que padecen hambre y sumar unos 130 millones de personas adicionales que estarían en riesgo de sufrir hambre severa antes de que acabase el 2020.
En un informe publicado por Oxfam Intermón se señala que podrían morir hasta 12.000 personas al día a nivel mundial por hambre debido a la situación que está dejando el coronavirus en los ciudadanos.
Oxfam también denuncia “el ejecutivo español ha desembolsado 97.161 dólares, muy lejos de los 3,3 millones con los que se ha comprometido para responder al llamamiento de Naciones Unidas para combatir la COVID-19”. Ante esta falta de involucración por parte del Gobierno Central, muchas asociaciones de vecinos y ONGs han visto incrementadas las peticiones de ayudas, por lo que han tenido que buscar fondos, ayudas y subvenciones para hacer frente a tal demanda. Los Bancos de Alimentos y las distintas ONGs españolas han visto multiplicado por cinco las peticiones de ayudas durante los meses de confinamiento.
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